Para quienes no lo sabíamos, más allá de ser el primer Papa latinoamericano (porque espero que no sea el último), Francisco realizó varias reformas en la iglesia que muy pocas personas han podido apreciar, sin embargo, durante su funeral, se vieron algunos de estos cambios, pero esto no fue lo que más cambió.
Sin embargo, antes de continuar, debo aclarar que ambos pontífices, fueron muy queridos.
Por cuestiones de trabajo tuve que hacer una muy cercana cobertura a todos los hechos, desde la noticia del fallecimiento de Francisco, la mañana del lunes después del domingo de pascua, cuando tuvo lugar su última aparición, hasta su entierro una vez finalizado el funeral.
Vatican News
Si nos ponemos a comparar ambas ceremonias, es muy importante destacar el avance que realizó la gente de medios de El Vaticano. Transmisiones en streaming vía Vatican News (como una especie de CNN de la santa sede).
Cuando falleció Juan Pablo II, comenzábamos con todo esto de las redes sociales, por lo que el velatorio y posterior funeral, fueron más concurridos, ya que la gente todavía no estaba acostumbrada al streaming, sino a la televisión y a la presencia "de cuerpo presente".
Sin embargo según estimaciones de los analistas italianos y españoles (quienes estuvieron transmitiendo todo el tiempo y seguramente lo seguirán haciendo hasta que se vea el tradicional humo blanco), estiman que más de 2.000 millones de personas vieron el funeral de Francisco vía streaming y redes sociales, una diferencia muy sustancial a lo ocurrido en 2005 cuando falleció Juan Pablo Segundo.
Sin embargo la presencia física de las personas en la ciudad de El Vaticano, fue el doble del que se presentaron este año 2025 con la muerte de Francisco. En 2005, más de 500 mil personas acudieron a los actos funerarios de Juan Pablo II, mientras que para Francisco, no superaron los 300 mil.
¿Por qué?
En el Vatican News entendieron el poder de los medios y las transmisiones en vivo, para que las personas puedan apreciar los eventos como si estuvieran en el lugar. Y es que con tomas multicámaras, steadycam, gruas y hasta drones, los medios de la Santa Sede, se aseguró una transmisión sin igual en toda su historia.
Recuerdo que mi madre, el sábado en la mañana me dijo "la imagen se ve tan bien, que no hace falta viajar a El Vaticano", en una clara referencia a la calidad de la transmisión que se hizo.
El EGO presente
Como un arrocero (es una persona que va a alguna reunión sin ser invitado), la nota mala la pusieron los cazadores de aprobación, likes o también llamados influencers. Este tipo extraño de seres humanos, sin generar ni un dólar por sus publicaciones, pero si les importa la necesidad de registrar cualquier cosa que hacen, perdieron todo el sentido de la cordura.
Imagínate que haces una fila de horas, para darle tus respetos y un último adiós a una importante persona que falleció, pero en cambio, te acomodas para hacerte un selfie con un ataúd, el ataúd de la persona a la que fuiste a darle tus respetos. ¿De idiotas verdad?
Quizás en unos años cuando se repita la ceremonia, ya existirá un artefacto que bloqueará este tipo de acciones. ¡Coño un poco de respeto!
